Querido Bernard-Henri Lévy:
Todo, como se suele decir, nos separa, excepto un punto fundamental: tanto usted como yo somos individuos bastante despreciables.-Michel HouellebecqFragmento de la lectura epistolar “Enemigos Públicos”.
Entre tanto “jaloneo” que se da en esta pequeña “hoguera de las vanidades” del mundo bizarro al que llamamos teatro .- Entiéndase T-E-A-T-R-O no “tiatro!
Todos los que tuvimos la genial idea de dedicarnos a semejante oficio como el del teatro, tenemos que estar por fuerza locos o por lo menos el hamster que habita en nuestro cerebro no se movió con demasiada eficacia. Se que mis palabras suenan algo fuertes, pero verán este menester que por lo menos me ocupa esta lleno de cosas y entidades extrañas, que resultan muchas veces desconcertantes.
En mi profesión, como supongo que en todas, hay muchos personajes que circulan en el espacio, personalidades tan limítrofes que verdaderamente son ridículas. Pero eso no es lo mas extraordinario del asunto, si no la rapidez con la que nos denominamos “artistas” solo por el hecho de subirse a un escenario.
Y como es en el nombre de Dionísio que llegamos a esa conclusión: sencillo, por que somos diferentes.
Perfecto, ahora resulta que hay una luz especial para aquel que se suba a un escenario y que como recién salido de un pasaje del antiguo testamento de la biblia; se abre el cielo y dice: Tú eres un artista/actor/playazo/músico/bailarín- Con voz grave y solemne.
¡Pues no! Eso no sucede así, si no los teatros y escenarios del mundo se caerían sobre nuestras cabezas. Digo por tantas revelaciones esotéricas que eso implicaría. Es mas hasta me atrevería a decir que tendríamos un culto religioso. Dónde los elegidos, contaríamos con un ministerio de fe, que a como estamos , parecería la familia Manson conoce al Reverendo Jones.
Si hay un Dios, libraría al mundo de semejante patraña. Digo si es un Dios justo, ya que vería que el mundo tiene demasiados problemas tal como esta,como para echar mas mezcla sobre el ladrillo.
Como yo entiendo, o por lo menos lo que he aprendido, el arte es un reflejo de la complejidad del ser humano. No del simio o de la ardilla, por que infortunadamente, el arte es creado por seres humanos, no por animales.
También se que este oficio, la parte del arte que me compete, es basado principalmente en el conflicto. Un actor conflictuado, es un actor que busca respuestas o por lo menos eso es lo que se rumora por la parroquia teatral. Que busca su humanidad y su misión, con fe y sentido de verdad, me alegarán algunos, a los que les contestaré: Si es verdad. O por lo menos es lo que a mi me gustaría creer, por que si hablamos de fe, en eso basaría yo mi ministerio.
Hasta este momento mis palabras ya no son fuertes, son blásfemia pura y eso también lo entiendo. No se si estoy redactando bien mis ideas, posiblemente no. Tal vez mis amigos, más versados en este mundo de las letras, despreciaran mi redacción y la incoherencia de mis ideas, Y también les diré: Tienen razón.
Yo no sé mucho de redactar o tener estilo al escribir, infortunadamente no me instruí lo suficiente en este mundo fascinante del lenguaje escrito. Sólo trato de plasmar un sentimiento que me surgió recientemente, gracias a unas no muy afortunadas experiencias personales.
Les diré que si ustedes me hubieran preguntado hace unas semanas que era para mi ser actriz, hubiera sacado toda parafernalia de de lo que es el oficio del actor, la humildad en escena, la fe y el sentido de realidad etc. Y lo juro que hubiera sido tan vehemente en mi retorica que hasta me hubieran creído. Pero he descubierto que en este torbellino de frases hechas e ideas que parecen sacadas de una tarjeta de Hallmark, que no había un entendimiento profundo, por lo menos no real, de mi parte hacia todos los conceptos ¿Y saben por que? Sencillo: en mi afán de ser diferente, de pertenecer a esa tribu urbana actoral, no me dí cuenta que perdí la esencia de lo que significaba el oficio para mi y me deje llevar por lo que se conoce como la sopa emocional.
Esta bendita sopa, es parecida ha esas sopas instantáneas que venden en las tiendas de comida, se prepara al vapor, pero no se digiere tan fácilmente y sus estragos duran años en aparecer. Es casi como someterse voluntariamente a un viaje de hongos alucinógenos, sin un regreso al plano cotidiano. Y como los que están al rededor tuyo pasan por algo parecido, pues se hace como un grupo de autodestrucción colectiva y para resumir, nadie sale adelante.
Entonces, te das cuenta de que la locura que tanto buscaste, ahora toma control y tu oficio esta supeditado mas por tus pasiones personales que por el arte. Lo cual, debo admitir es vergonzoso, pero es muy común en nuestro quehacer cotidiano.
Antes de que piensen, que voy a pedir cabezas o a quemar teatros, o peor aún a llenar mi alma de resentimientos y olvidarme de mi oficio. Debo confesarles que esta reflexión, por airada que parezca, es personal e introspectiva. Y me gustaría pensar que es sólo el resultado lógico el conflicto que mi actriz tiene,y es el principio de mi búsqueda de respuestas y el desenmascaramiento de mis temores más profundos.
En cristiano antiguo, es una patada a mi ego mal entendido y un regreso humilde a los orígenes. Ya que he tenido la oportunidad de continuar en esto, a pesar de que hace unos días estuve apunto de pérderlo todo, por un caso de vanidad humana.
Me gustaría ir planteándoles mas de mis reflexiones en emisiones futuras en este blog, si alguno comparte los sentimientos o le ayuda a saber que no es el único tonto en el mundo, pues bienvenido sea no?
Y creo que por fin encontré de que hablar en mi blog...
Saludos a Loque!
Todos los que tuvimos la genial idea de dedicarnos a semejante oficio como el del teatro, tenemos que estar por fuerza locos o por lo menos el hamster que habita en nuestro cerebro no se movió con demasiada eficacia. Se que mis palabras suenan algo fuertes, pero verán este menester que por lo menos me ocupa esta lleno de cosas y entidades extrañas, que resultan muchas veces desconcertantes.
En mi profesión, como supongo que en todas, hay muchos personajes que circulan en el espacio, personalidades tan limítrofes que verdaderamente son ridículas. Pero eso no es lo mas extraordinario del asunto, si no la rapidez con la que nos denominamos “artistas” solo por el hecho de subirse a un escenario.
Y como es en el nombre de Dionísio que llegamos a esa conclusión: sencillo, por que somos diferentes.
Perfecto, ahora resulta que hay una luz especial para aquel que se suba a un escenario y que como recién salido de un pasaje del antiguo testamento de la biblia; se abre el cielo y dice: Tú eres un artista/actor/playazo/músico/bailarín- Con voz grave y solemne.
¡Pues no! Eso no sucede así, si no los teatros y escenarios del mundo se caerían sobre nuestras cabezas. Digo por tantas revelaciones esotéricas que eso implicaría. Es mas hasta me atrevería a decir que tendríamos un culto religioso. Dónde los elegidos, contaríamos con un ministerio de fe, que a como estamos , parecería la familia Manson conoce al Reverendo Jones.
Si hay un Dios, libraría al mundo de semejante patraña. Digo si es un Dios justo, ya que vería que el mundo tiene demasiados problemas tal como esta,como para echar mas mezcla sobre el ladrillo.
Como yo entiendo, o por lo menos lo que he aprendido, el arte es un reflejo de la complejidad del ser humano. No del simio o de la ardilla, por que infortunadamente, el arte es creado por seres humanos, no por animales.
También se que este oficio, la parte del arte que me compete, es basado principalmente en el conflicto. Un actor conflictuado, es un actor que busca respuestas o por lo menos eso es lo que se rumora por la parroquia teatral. Que busca su humanidad y su misión, con fe y sentido de verdad, me alegarán algunos, a los que les contestaré: Si es verdad. O por lo menos es lo que a mi me gustaría creer, por que si hablamos de fe, en eso basaría yo mi ministerio.
Hasta este momento mis palabras ya no son fuertes, son blásfemia pura y eso también lo entiendo. No se si estoy redactando bien mis ideas, posiblemente no. Tal vez mis amigos, más versados en este mundo de las letras, despreciaran mi redacción y la incoherencia de mis ideas, Y también les diré: Tienen razón.
Yo no sé mucho de redactar o tener estilo al escribir, infortunadamente no me instruí lo suficiente en este mundo fascinante del lenguaje escrito. Sólo trato de plasmar un sentimiento que me surgió recientemente, gracias a unas no muy afortunadas experiencias personales.
Les diré que si ustedes me hubieran preguntado hace unas semanas que era para mi ser actriz, hubiera sacado toda parafernalia de de lo que es el oficio del actor, la humildad en escena, la fe y el sentido de realidad etc. Y lo juro que hubiera sido tan vehemente en mi retorica que hasta me hubieran creído. Pero he descubierto que en este torbellino de frases hechas e ideas que parecen sacadas de una tarjeta de Hallmark, que no había un entendimiento profundo, por lo menos no real, de mi parte hacia todos los conceptos ¿Y saben por que? Sencillo: en mi afán de ser diferente, de pertenecer a esa tribu urbana actoral, no me dí cuenta que perdí la esencia de lo que significaba el oficio para mi y me deje llevar por lo que se conoce como la sopa emocional.
Esta bendita sopa, es parecida ha esas sopas instantáneas que venden en las tiendas de comida, se prepara al vapor, pero no se digiere tan fácilmente y sus estragos duran años en aparecer. Es casi como someterse voluntariamente a un viaje de hongos alucinógenos, sin un regreso al plano cotidiano. Y como los que están al rededor tuyo pasan por algo parecido, pues se hace como un grupo de autodestrucción colectiva y para resumir, nadie sale adelante.
Entonces, te das cuenta de que la locura que tanto buscaste, ahora toma control y tu oficio esta supeditado mas por tus pasiones personales que por el arte. Lo cual, debo admitir es vergonzoso, pero es muy común en nuestro quehacer cotidiano.
Antes de que piensen, que voy a pedir cabezas o a quemar teatros, o peor aún a llenar mi alma de resentimientos y olvidarme de mi oficio. Debo confesarles que esta reflexión, por airada que parezca, es personal e introspectiva. Y me gustaría pensar que es sólo el resultado lógico el conflicto que mi actriz tiene,y es el principio de mi búsqueda de respuestas y el desenmascaramiento de mis temores más profundos.
En cristiano antiguo, es una patada a mi ego mal entendido y un regreso humilde a los orígenes. Ya que he tenido la oportunidad de continuar en esto, a pesar de que hace unos días estuve apunto de pérderlo todo, por un caso de vanidad humana.
Me gustaría ir planteándoles mas de mis reflexiones en emisiones futuras en este blog, si alguno comparte los sentimientos o le ayuda a saber que no es el único tonto en el mundo, pues bienvenido sea no?
Y creo que por fin encontré de que hablar en mi blog...
Saludos a Loque!